Si te has decidido a leer este artículo es porque debes estar muy interesado en encontrar una estupenda rutina que te permita, de una vez por todas, definir tus músculos y perder la grasa que te sobra.
Siento decirte que no existe una rutina mágica que haga eso por sí sola, pero te animo a que sigas leyendo el artículo para mejorar tu orientación en este campo y conseguir ese objetivo con unas sencillas pautas.
Las rutinas de definición no existen
El titular parece demasiado radical, pero es necesario saber de una vez por todas que es un error encuadrar una rutina como específica de definición o de volumen, ya que una rutina de musculación debe estar orientada al estímulo de los músculos.
Como mucho, con algunas rutinas podemos quemar mayor cantidad de calorías que con otras, empleando técnicas de entrenamiento en las que aumentaremos la intensidad, como ocurre con las superseries, biseries, triseries o series gigantes (click aquí para saber más sobre superseries, biseries, triseries y series gigantes).
Por ejemplo, si hacemos una supuesta rutina de definición, con infinidad de superseries y periodos de descanso cortos, y llevamos una dieta con superávit calórico, jamás conseguiremos bajar de peso, mientras que si realizamos una rutina "normal" y tenemos un déficit calórico si conseguiremos rebajar nuestro peso y definir nuestros músculos.
La clave está en el déficit calórico
Como hemos visto, lo que marcará la diferencia en nuestros resultados será la dieta, parece muy típico decirlo, pero es la realidad, la cantidad de calorías que tomamos son trascendentales para tener el aspecto físico que queremos.
Las calorías que contienen los alimentos son la gasolina que nuestro cuerpo tiene para realizar todas las actividades diarias, como ir al trabajo, estudiar, pasear el perro y, por supuesto, hacer los entrenamientos en el gimnasio o cualquier otra disciplina deportiva.
Lo primero que tenemos que hacer es calcular la cantidad de calorías que gastamos a lo largo del día, teniendo en cuenta datos personales, como la edad, el peso, la altura, el nivel de actividad física diaria o la intensidad de nuestros entrenamientos (click aquí para calcular el gasto calórico diario).
Si nuestro cuerpo necesita cada día para hacer todas estas actividades, por poner un ejemplo, 2.500 calorías, debemos consumir menos de esa cantidad de calorías al día (unas 2.000) para provocar un déficit calórico y conseguir bajar de peso, fomentando la pérdida de grasa (click aquí para saber más sobre el superávit y el déficit calórico).
Luego, esas calorías necesitamos distribuirlas correctamente entre los macronutrientes, que son las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, así obtendremos unos mejores resultados (click aquí para saber más sobre la distribución de los macronutrientes).
De esta manera, lograremos formar un plan nutricional acorde a nuestros objetivos, haciéndonos más fácil alcanzar la meta propuesta de definición muscular.
Conclusión
Lo que debemos sacar en claro de todo esto es que no tenemos que andar como locos buscando "rutinas de definición", que seguro que encontraréis muchas por internet que te prometerán unos resultados "asombrosos" (por desgracia, no es tan simple), sino que debemos darle mayor protagonismo a la alimentación, elaborando una dieta en la que gastemos más calorías de las que consumamos.
Es importante recordar que antes de hacer cualquier plan nutricional, debes acudir a tu médico o especialista para asegurarte de que tu salud no se verá afectada.
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