lunes, 12 de octubre de 2015

La importancia de la carne roja para el desarrollo muscular

En el mercado podemos encontrar una gran variedad de carnes para incorporar a nuestra alimentación con diversas y magníficas propiedades, cada una con sus peculiaridades, sin embargo, cuando hablamos de hacer dieta, parece que nos ceñimos a las típicas pechugas de pollo o pavo.

No cabe duda de que la pechuga de pollo es una carne que no puede faltar en nuestro plan nutricional, ya que posee una elevada cantidad de proteínas y un bajo porcentaje graso, pero eso no significa que no podamos consumir otras carnes.

Una buena alternativa es la carne roja, un tipo de carne que no ha gozado de muy buena fama por algunos nutricionistas y médicos, pero que tomada en cantidades apropiadas puede aportarnos numerosos beneficios.

La podemos encontrar básicamente en los mamíferos, siendo la más conocida la carne de vacuno.

Los beneficios de la carne roja

Además de su excelente sabor, la carne roja tiene características muy positivas, como las que vamos a ver a continuación.

Contiene un alto contenido en proteínas de alto valor biológico, conteniendo todos los aminoácidos esenciales, necesarios para la construcción de nuestros músculos. 
Por cada 100 gramos de carne roja encontramos, aproximadamente, unos 20 gramos de proteínas.

También tiene un notable contenido en hierro con un gran nivel de absorción, favorable para combatir posibles espisodios de anemia.

Posee una amplia variedad de minerales, a parte del hierro, como el zinc, fósforo, magnesio y selenio, fundamentales para el crecimiento y un buen funcionamiento de las células.

Asimismo, destaca su gran concentración en vitamina B12, necesaria para el mantenimiento del sistema nervioso central y la formación de los glóbulos rojos.

Controla las porciones

Como hemos visto, la carne roja nos aporta grandes beneficios, pero también tiene un considerable contenido en grasa saturada, siendo un alimento bastante más calórico que una carne blanca, de manera que hay que vigilar su ingesta, evitando comer grandes porciones.

La carne roja también contiene purinas, que son unos compuestos orgánicos que pueden aumentar los niveles de ácido úrico, favoreciendo un entorno que puede provocar hiperuricemia y ataques de gota.

La Sociedad Española de la Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda una ración o menos de unos 100/175 gramos a la semana, pudiendo aumentar un poco la dosis si se practica deporte.

Conclusión

La carne es una de las mejores fuentes de proteínas que podemos encontrar, además de aportarnos vitaminas y minerales, por lo que su consumo es elemental, incluyendo las carnes rojas de forma moderada para aprovechar sus excelentes características.

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